3 agosto, 2011Publicado en: Reflexiones, Vídeos
¿Qué conocimientos compartirías con una audiencia si fuese la última oportunidad que tienes de hablarles antes de morir?
En muchas universidades estadounidenses es tradición celebrar “Last Lectures Series” en las que un profesor distinguido trata de responder a esta pregunta ante sus alumnos. Esto es lo que tuvo que hacer Randy Pausch ante un auditorio de más de 400 estudiantes. Este profesor y científico impartió su última lección como magistrado en la Universidad Carniege Mellon comenzándola así:
“Mi padre siempre me dijo que si hay un elefante en la sala primero hay que presentarlo. Así que, me presento: Tengo diez tumores en el hígado y los médicos me han dado de tres a seis meses. Y de eso ha pasado ya un mes”. Antes de que transcurriera el año, Randy falleció.
Un discurso que duró cerca de dos horas y que quiso ofrecer a sus tres hijos pequeños, sin ninguna intención de hablarles de la muerte, sino de la vida y de sus secretos para saber vivirla. Lo que nunca llegó a saber Randy Pausch, es que ese secreto de vivir traspasó fronteras. Hasta la periodista más conocida de EEUU, Oprah Winfrey, quiso dedicarle un programa en exclusiva a él, y a sus consejos sobre cómo vivir. Esa conferencia impartida en la universidad fue resumida para ser emitida por televisión en el programa con más audiencia de EE.UU.
Una popularidad insospechada que provocó, tan sólo durante el primer mes tras su publicación, que un millón de personas vieran el vídeo por internet. Hecho que llevó a publicar un libro autobiográfico titulado “La última lección” que se convirtió de forma casi inmediata, en “best-seller” mundial gracias a su traducción en 32 idiomas.
“Me estoy muriendo y he escogido estar alegre hoy, mañana y cualquier día que me quede”. Un súper héroe anónimo que de la noche a la mañana paso de ser un simple desconocido a ser un líder de opinión y un ejemplo de motivación. Algo que corrobora la revista “Times” al situar a Randy Pausch entre las 100 personas más influyentes del mundo. Un legado de vida transformado en uno de los vídeos más vistos de Youtube con más de tres millones de visitas.
Según Randy, “es importante tener sueños concretos… si existen muros no hay problema… los muros están ahí por algún motivo, para demostrar cuánto deseamos algo”. En la energía que pongamos en tratar de derribarlos reside el secreto: constancia y perseverancia, pero sobre todo ilusión por creer.
El ejemplo de este catedrático puede extrapolarse al mundo de la motivación y el liderazgo. Lejos de discursos fríos y carentes de humanidad, en los que prima lo informativo por encima de todo. Ahora, lo que verdaderamente demanda la gente, es gente como ellos, gente real de carne y hueso que despierte su grado de empatía e interés.
Ahora las personas quieren discursos y conferencias que puedan servirles en un presente y en un futuro. Mensajes personalizados, ideas que hayan sido fruto de una reflexión a conciencia, conferenciantes o líderes que crean en lo que están diciendo, personas que pongan corazón en todo lo que hacen como forma de trabajo. Sólo así se puede explicar el porqué del fenómeno Pausch.
Muchas veces el grado de empatía no lo marca la técnica (conocimientos, sabiduría cultural, experiencia profesional…) sino el punto de vista, el enfoque o la experiencia de vida. Juzgalo tú mismo…
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