Son casos, días, años de reflexión los que me han llevado a ciertas conclusiones que como teoría aún no las puedo validar pero sí quedarse a nivel de experiencia contrastada. La madurez emocional, algo no común en los casos con los que me encuentro a diario, considerando esta el: ser capaz de ser criticado sin ponerse a la defensiva, controlar los impulsos en los momentos y con las personas adecuadas, responder con serenidad a los contratiempos (canalizando las emociones adecuadamente y no suprimiéndolas), no excusarse de los propios actos inadecuados, poder tolerar la derrota, no haber preocupaciones indebidas,..... y para mí algo clave y esencial: el tener autoconocimiento suficiente para saber qué quiero conseguir, qué me ayuda, qué me apasiona, qué me motiva, qué y quién me hace feliz e infeliz, con quiénes congenio y con quienes no soy afín y..... ser consciente de que la vida actual que estoy viviendo es lo que realmente quiero o no. Puede darse el caso de que nos consideremos dueños de este propio conocimiento pero hace falta un paso más y es ACTUAR puesto que ser conocedor de la realidad sin gestionarla no es digno de calificarlo como madurez emocional. Los miedos a perder la seguridad y la estabilidad pueden ganar y eso puede derivarse en vivir una vida no plena puesto que decidimos lo malo conocido que lo bueno por conocer y es que como bien nos enseña "Quién se ha llevado mi queso" de Spencer Jhonson, si quieres tener plenitud y conseguir el objetivo que deseas, has de arriesgarte soltando el lastre o lo que es lo mismo dejando atrás viejas situaciones, relaciones,.... que ya no te llenan o que ya no van contigo.
La pregunta es simple:
¿Prefieres estar como estás o cambiar? Si tu respuesta es cambiar, entonces habrá que hacer algo diferente a lo que estás haciendo ahora mismo; recuerda que las mismas conductas te llevan a los mismos caminos y objetivos; quizá es hora de cambiar la dirección y adentrarte en el incierto laberinto que.... quién sabe lo que te encontrarás, pero lo que has de tener claro es que poner el pie en ese laberinto incierto (arriesgarse) es lo que te traerá el cambio y nuevos objetivos.
Y tu,..... que sabes más que nadie lo que deseas, lo que te da vida..... ¿a qué estás esperando?
Olaia Sainz Garmendia
